Estoy cansada de las típicas promesas de regalar la luna, el cielo, las estrellas con el tiempo han perdido el valor poético que se le solía dar la época antigua, donde lo bohemio comenzaba a surgir y las cartas repletas de letras de inspiración era la única manera de expresar el más puro amor, en la época donde el romanticismo se mantenía intacto...
Si tu aceptaras te regalo un pedazo de tierra firme donde con cada paso que des permanezcas de pie, una tierra estable donde no haya lugar para temblores, con pocas piedras para evitar tropiezos, y si tropiezas te regalo también mi mano para que la agarres y te apoyes en ella para levantarte e ir contigo acompañándote en el camino que quieras recorrer.
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