miércoles, 15 de enero de 2014

NADIE PUEDE VERTE, SOLO YO.



 Fantasmas y monstruos que le atacan cotidianamente, más fuertes cada día que avanza en el calendario. Le carcomen el corazón y hacen triza sus entrañas. Quiere escapar pero mientras más corre más grandes se hacen, huye, huye y huye y ahora son gigantes. Ya no hay salida, está perdido, sus últimos alientos son de auxilio pero no hay nada, no lo escucha nadie, esta solo, tan solo. Te convertiste en tus propios monstruos internos. Te haz condenado a ser un monstruo, en el fondo sigue la leve voz -Auxilio, estoy aquí. Vengan a rescatarme- Pero sigue solo, tan solo, cada vez más solo. Oculto esperando que alguien lo rescate, nadie llegara nunca, debe movilizarse, salir, el andén debe ser un buen lugar para empezar… No puede aceptar la idea de tener que ir por ayuda, la voz leve se extingue, cada día más gigante, sin recibir ayuda. Sufre, como sufre.

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