martes, 1 de abril de 2014

Pequeña anécdota real.

Aun estoy intentando recordar cuando fue el momento en que deje de disfrutar el cielo. Quizás fue ahí cuando mi vida empezó a perderse, cuando olvide las pequeñas cosas que me llenaban de felicidad. Mirar el cielo, caminar sola mientras escucho música, admirar las estrellas, sentir la brisa. Me he perdido a mi misma en el camino al punto de llegar a preguntarme "¿Qué me gusta? ¿Qué me hace feliz?". ¿Por qué nos perdemos a nosotros mismos mientras pasa la vida? Es de las preguntas que aun no he podido responder... ¡Oh! existe una larga lista de preguntas que aun no he sabido responderme la más compleja quizás ¿Qué es el amor?.
Parece que debo dejar de destruirme a mi misma, parece que debo volver a ser yo. Descubrirme de nuevo incluyendo mis nuevas pasiones, quizás es por eso que no ha llegado esa persona ¿Cómo podría amar a otra persona si estoy tan rota? Debo reconstruirme, aceptarme, renacer. Fuerza, mucha fuerza y mucha adhesión, aceptarme para empezar. 
Durante mucho pregunte a muchas personas por dónde debía comenzar a buscar y solucionar, nadie nunca sabia que responder. ¡POR SUPUESTO! ellos no son yo, ellos no lo entienden, no lo viven, ellos tienen sus propios problemas, su propia vida, su propia destrucción ¿Cómo podrían dame una respuesta?
Y de repente un día pones una nueva canción a reproducir, miras por la ventana, ves la naturaleza y la respuesta casi llega a ti como de golpe, quizás ahora lo sepas, quizás sea hora de empezar. Quizás debas dejar de morir y volver a vivir. Pero tan solo quizás.

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